Cinco hechos únicos sobre Masada
Masada es uno de los sitios más fascinantes para recorrer en Israel. Combina encantadores paisajes desérticos, raros hallazgos arqueológicos y una historia dramática y trágica. Hace dos mil años, cientos de rebeldes y refugiados judíos huyeron a Masada, escapando de los romanos, y finalmente prefirieron la muerte a la esclavitud. A continuación se presentan cinco hechos únicos sobre Masada que demuestran aún más su importancia:
1. Masada alberga los restos mejor conservados de una batalla de la época romana
Incluso antes de las excavaciones, los restos del asedio romano eran claramente visibles. Los romanos construyeron ocho campamentos, un muro de circunvalación con torres de vigilancia y una rampa que daba al lado occidental de Masada. El tamaño de los campos sugiere una fuerza de 6.000 hombres o más. Eso significa que es posible que la décima legión haya traído fuerzas auxiliares. También es posible que en algunos de los campos se mantuviera a cautivos judíos de Jerusalén. El historiador judío del primer siglo, Josefo, afirma que se utilizaba a los cautivos judíos para traer suministros. El arqueólogo Amnon Ben-Tor sugiere que la fuerza necesita 26.000 litros de agua y 16 toneladas de alimentos cada día.
2. Masada es un símbolo importante para el movimiento sionista
Debido a su dramática, aunque trágica historia, el movimiento sionista adoptó Masada como símbolo de la resistencia judía y la lucha por la independencia. Grupos de jóvenes subían a la cima y recitaban: “¡Masada nunca volverá a caer!”. Durante la Segunda Guerra Mundial, los judíos temieron una invasión nazi de la región e idearon un plan de defensa al que llamaron "Masada en el Carmelo". Después del establecimiento del Estado de Israel, unidades del ejército llevaron a cabo algunas de sus ceremonias en Masada, y grupos escolares israelíes todavía visitan el lugar con frecuencia.
3. Masada fue el primer sitio en Israel reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad
En 2001, la UNESCO anunció que Masada es “Patrimonio de la Humanidad”. Esta fue la primera vez que la UNESCO reconoció un sitio en Israel como tal. Entre las razones detrás de esta declaración: “Los trágicos acontecimientos ocurridos durante los últimos días de los refugiados judíos que ocuparon la fortaleza y el palacio de Masada lo convierten en un símbolo tanto de la identidad cultural judía como, más universalmente, de la continua lucha humana entre la opresión y la libertad. . "
Desde entonces, 15 sitios adicionales en Israel han sido reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, abarcando desde sitios prehistóricos hasta la moderna Tel-Aviv.
Se plantó con éxito una semilla de dátil de 2.000 años encontrada en Masada
En la década de 1960, un equipo de la Universidad Hebrea llevó a cabo intensas excavaciones en Masada e hizo muchos descubrimientos. Entre otras cosas, la expedición encontró semillas de diferentes árboles. Posteriormente, el Dr. Solowey estudió una semilla de un árbol datilero y la geminó. Para su sorpresa, en 2005, se convirtió en una joven palmera datilera. Inicialmente se pensó que era botánicamente imposible, pero el viejo y nuevo árbol llegó a los titulares mundiales y recibió el nombre de "Metushelach". A continuación, el Dr. Solowey hizo brotar seis semillas antiguas más, una de las cuales resultó ser femenina, por lo que fue polinizada con Metushelach. ¡En 2021, finalmente se cosechó el primer fruto de estos árboles de fama mundial! El sabor del dátil se asemeja al Medjool marroquí, un semiseco con tonos de miel.
5. Masada es el sitio arqueológico más importante e influyente de Israel
Las excavaciones de Masada son importantes porque arrojan luz sobre un período crítico de la historia judía y validan el relato histórico por medios arqueológicos. El renombrado arqueólogo Prof. Yigael Yadin, ex jefe de estado mayor del ejército israelí, dirigió estas excavaciones. Reclutó un equipo de estudiantes y voluntarios, y fondos para patrocinar la excavación. Las excavaciones tuvieron una escala sin precedentes y los hallazgos a menudo aparecían en los titulares de los medios. Muchos de los estudiantes quedaron tan conmovidos por la experiencia que también se convirtieron en arqueólogos: A. Ben-Tor, D. Ussishkin, D. Bahat, G. Forester, E. Netzer, Y. Tsafrir, M. Kokhavi, A. Kempinski , Y. Shiloh, Z. Meshel, M. Ben-Dov y más.